Me borré para que me leyeran
Por: Carla Huidobro
Me enseñaron a escribir sin decir “yo”.
A hablar en tercera persona.
A poner “el investigador”
donde yo quería poner mi nombre.
Me dijeron que eso era rigor,
que eso era seriedad,
que eso me daría respeto.
Y lo hice.
Borré mi historia.
Le puse citas a mi dolor.
Escondí mis heridas entre teorías.
Hablé de todo,
menos de mí.
Y sí, me leyeron.
Me citaron.
Me invitaron a mesas
donde aplauden tu pensamiento
pero no quieren saber de tu cuerpo.
Y ahora que intento volver a mí,
no me encuentro.
Me busco en lo que escribí
y solo hay esquemas,
categorías,
referencias.
No estoy.
Me borré para que me escucharan.
Y ahora que quiero gritar,
no tengo voz.