Hay vínculos que no piden resultados de impacto
(Y por eso son los que más sostienen)
Por: Carla Huidobro
No me citaste.
No me colaboraste.
No me compartiste en redes.
Y aún así, te quiero.
Porque este vínculo nuestro
no vino con carta de intención,
ni con objetivos SMART,
ni con minuta de seguimiento.
Vino con un café frío,
una carcajada honesta,
y un "¿cómo estás?" que no necesitaba contexto.
Hay vínculos que no necesitan producir nada.
Ni un artículo,
ni una ponencia,
ni una evidencia de productividad académica.
Solo necesitan existir
para recordarte que no todo en la vida
es un KPI.
Hay personas que te abrazan sin tocarte,
que te leen sin palabras,
que te sostienen sin siquiera saberlo.
Y no te lo exigen de vuelta.
No te pasan factura.
No te mandan una rúbrica emocional
para evaluar tu desempeño como amiga.
Estos vínculos no salen en el SNI.
No cuentan para los fondos.
No impresionan a los evaluadores externos.
Pero salvan vidas.
Salvan corduras.
No son estratégicos.
No son medibles.
Y por eso,
son lo más valioso que tengo.
Porque cuando se cae todo lo demás,
cuando el texto arde,
cuando el correo arde,
cuando el cuerpo arde,
ahí están.
Sin pedir nada.
Sin esperar nada.
Sin buscar resultados de impacto.
Solo para decirme:
aquí sigo.
Y eso basta.