Lo que no ves sí te mata: el aire invisible que respiramos en Tampico

Por : Mariela Estefanía Nava Vélez
Carla Patricia Saucedo Huidobro

En las ciudades costeras como Tampico, respirar el aire urbano es un acto que suele realizarse sin cuestionamientos. Sin embargo, lo que muchas veces no percibimos a simple vista es la carga de contaminantes que circula en la atmósfera y que, de manera silenciosa, afecta nuestra salud y el equilibrio ambiental.

La contaminación atmosférica es un fenómeno complejo, determinado por múltiples fuentes y factores. En contextos urbanos, las principales emisiones provienen del tráfico vehicular, la actividad industrial y, en el caso de ciudades portuarias como Tampico, también del tráfico marítimo (González et al., 2019). A ello se suman condiciones climáticas locales que pueden favorecer la acumulación de contaminantes (Xu et al., 2019).

Entre los contaminantes más relevantes se encuentran el material particulado (PM₁₀, PM₂.₅, PM₁), el ozono troposférico (O₃) y el monóxido de carbono (CO) (EPA, 2021b). Estos compuestos, aunque invisibles a simple vista, tienen efectos documentados sobre la salud humana y el medio ambiente (Campbell-Lendrum y Prüss-Ustün, 2019).

El material particulado está compuesto por una mezcla de partículas sólidas y líquidas suspendidas en el aire. Su tamaño microscópico les permite penetrar en el sistema respiratorio, alcanzando los alvéolos pulmonares y, en el caso de las partículas ultrafinas, incluso la circulación sistémica (Mészáros, 1999; DEFRA, 2021). La exposición a PM se asocia con enfermedades respiratorias, cardiovasculares y efectos en la salud infantil (Ukaogo et al., 2020).

El ozono troposférico, a diferencia del ozono estratosférico que nos protege de la radiación ultravioleta, es un contaminante secundario que se forma a partir de reacciones fotoquímicas en presencia de óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles (Atkinson, 2000). Su inhalación provoca inflamación en las vías respiratorias y se ha vinculado a un aumento en la mortalidad por enfermedades respiratorias y cardiovasculares (Zhang et al., 2022).

El monóxido de carbono es un gas producto de la combustión incompleta de combustibles fósiles. Su alta afinidad con la hemoglobina interfiere en el transporte de oxígeno en la sangre, con consecuencias que van desde síntomas leves hasta la muerte en casos de exposición aguda (Marinero et al., 2021).

En ciudades con clima húmedo y cálido como Tampico, la combinación de altos niveles de radiación solar, humedad y ciertas configuraciones meteorológicas puede favorecer la formación y acumulación de estos contaminantes (Xu et al., 2019). Además, la actividad portuaria añade una carga significativa de emisiones provenientes de los buques y de las operaciones en muelle (González et al., 2019).

Frente a este escenario, la conciencia ciudadana y la implementación de políticas públicas basadas en evidencia resultan fundamentales. La vigilancia constante de la calidad del aire, la promoción de tecnologías más limpias y la reducción de emisiones en el sector transporte y marítimo son medidas clave para proteger la salud de la población.

El aire que respiramos en Tampico contiene más de lo que nuestros sentidos pueden percibir. Comprender esta realidad es el primer paso para exigir y construir un entorno urbano más saludable y sostenible.

Referencias

Atkinson, R. (2000). Atmospheric chemistry of VOCs and NOx. Atmospheric Environment, 34(12–14), 2063–2101.

Campbell-Lendrum, D., & Prüss-Ustün, A. (2019). Climate change, air pollution and noncommunicable diseases. Bulletin of the World Health Organization, 97(2), 160–161.

DEFRA. (2021). Particulate matter in the UK: summary of evidence and policy options. Department for Environment, Food & Rural Affairs.

EPA. (2021b). National Ambient Air Quality Standards (NAAQS). Environmental Protection Agency.

González, M., Méndez, A., & Rangel, G. (2019). Emisión de precursores de ozono y calidad del aire en zonas urbanas. Revista Internacional de Contaminación Ambiental, 35(1), 51–60.

Marinero, J. A., Álvarez, A., & Santamaría, E. (2021). Monóxido de carbono: fisiopatología y tratamiento. Emergencias, 33(4), 268–275.

Mészáros, E. (1999). Fundamentals of atmospheric aerosol chemistry. CRC Press.

Ukaogo, P. O., et al. (2020). Air pollution and its effects on human health: a comprehensive review. Environmental Science and Pollution Research, 27, 52669–52688.

Xu, R., et al. (2019). Meteorological driving forces of PM2.5 in China: A review of data sources, characteristics, and mechanisms. Environmental International, 133, 105135.

Zhang, Z., et al. (2022). Ozone pollution: A major health risk worldwide. The Lancet Planetary Health, 6(9), e659–e660.



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